Un nuevo enfoque para translocar proteínas mal plegadas

Image showing Cells before and after TRAMs were introduced. TRAMs link a shuttle protein (red), and a target protein (green). Without the TRAM, the target protein resides in the nucleus (left), and upon TRAM treatment, the target protein is pulled into the cytoplasm by the shuttle protein (right)

Las células necesitan proteínas en el lugar correcto para funcionar correctamente. En enfermedades como el cáncer, las proteínas pueden terminar en el lugar equivocado, ayudando a que la enfermedad se desarrolle.

Un equipo de Stanford en la Universidad de Stafford dirigido por Steven Bannick ha desarrollado una solución a este problema. Diseñaron TRAM, una molécula que guía a las proteínas a sus ubicaciones adecuadas. Este avance podría conducir a nuevos tratamientos para enfermedades causadas por una mala localización de proteínas, como el cáncer.

Las proteínas celulares deben estar en el lugar correcto para realizar su trabajo, como construir moléculas o enviar señales. Como las células son espacios abarrotados, las proteínas se mueven constantemente. Si las proteínas están defectuosas, no funcionan correctamente. Banick y su equipo están trabajando para devolver estas proteínas «perdidas» a donde pertenecen para ayudarlas a funcionar correctamente.

En algunas enfermedades, las proteínas se envían a destinos equivocados debido a mutaciones que colocan la dirección incorrecta en el paquete. Esto puede impedir que la proteína funcione o hacerla dañina, como en la ELA, donde la proteína se agrupa y mata las células.

Banick y su equipo desarrollaron una molécula específica llamada TRAM que actúa como adyuvante. Se une tanto a la proteína mal plegada como a la proteína lanzadera, devolviendo la proteína mal plegada al lugar de la célula al que pertenece.

El equipo trabajó con dos tipos de lanzaderas: una que mueve proteínas hacia el núcleo y otra que las elimina. Christine Ng, una estudiante de posgrado, creó TRAM para conectar la lanzadera y la proteína mal plegada.

Tuvieron que medir la cantidad de proteína en el núcleo para comprobar si estaba funcionando. A falta de una mejor manera de hacer esto, Ng desarrolló un nuevo método para detectar y medir proteínas celulares.

Ng examinó los TRAM, pequeños sistemas de transporte que mueven proteínas dentro y fuera del núcleo celular. Descubrió que los tranvías funcionaban, lo que la ayudó a encontrar las reglas sobre qué tan fuertes deberían ser.

Luego, desarrolló TRAM para tratar la ELA, donde una proteína llamada FUS sale del núcleo y forma grumos dañinos. Después de utilizar TRAM, la proteína FUS regresó al núcleo, reduciendo los grumos tóxicos y ayudando a las células a sobrevivir.

Luego, el equipo diseñó otro TRAM para copiar una mutación que protege las neuronas moviendo la proteína al final de las células nerviosas, ayudando a que las células sean más resistentes al daño.

El equipo se enfrentó a un desafío: diseñar TRAM para apuntar a proteínas es difícil porque necesitan conocer todas las moléculas posibles que se unen a estas proteínas. Para solucionar esto, utilizaron herramientas genéticas para agregar etiquetas adhesivas a las proteínas. Esperan encontrar partes pegajosas naturales en estas proteínas para convertir los TRAM en medicamentos.

Creen que este enfoque funciona con otros procesos celulares y creen que los TRAM pueden enviar proteínas saludables a nuevas regiones celulares, creando funciones desconocidas. A Banick le entusiasma aprender las reglas y descubrir nueva biología moviendo proteínas de nuevas formas.

Referencia de la revista:

  1. Ng, CSC, Liu, A., Cui, B. et al. Relocalización de proteínas dirigida mediante acoplamiento de transporte de proteínas. la naturaleza DOI: 10.1038/s41586-024-07950-8.

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