Cualquiera que se haya tomado cinco segundos para mirar la aurora boreal sabe que es causada por partículas cargadas del sol que interactúan con el campo magnético terrestre, pero si no hay sol, ¿puede haber aurora todavía?
Los astrónomos que utilizan el telescopio espacial James Webb de la NASA parecen haberse dado cuenta después de descubrir un objeto que muestra auroras similares a las familiares auroras boreales de nuestro mundo.
El objeto en cuestión es una enana marrón, más grande que Júpiter pero más pequeña que la estrella, conocida como W1935, y que, como cualquier otro planeta de nuestro sistema solar, experimenta una aurora que no puede formar ninguna estrella cercana en el espacio.
«Este es un descubrimiento inesperado porque una enana marrón es fría y carece de una estrella anfitriona; por lo tanto, no existe una fuente de energía obvia para calentar su atmósfera superior y hacer que el metano brille», escribe la NASA.
Los hallazgos fueron presentados esta semana en la 243ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense en Nueva Orleans.
Para ayudar a explicar el misterio de la emisión infrarroja del metano, el equipo recurrió a nuestro propio sistema solar.
«Las emisiones de metano son una característica común de los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno. El calentamiento de la atmósfera superior que impulsa estas emisiones está asociado con las auroras.
En la Tierra, las partículas energéticas que crean la aurora boreal caen en cascada hacia nuestra atmósfera a lo largo de líneas de campo magnético cerca de los polos de la Tierra, chocan con moléculas de gas y crean espeluznantes cortinas de luz danzantes.
Júpiter y Saturno tienen procesos aurorales similares que implican la interacción con el viento solar, pero también reciben contribuciones aurorales de lunas activas cercanas como Io (para Júpiter) y Encelado (para Saturno).
Otros misterios cósmicos: Una ráfaga de radio rápida desde el espacio alerta a los astrónomos sobre la forma de galaxias fascinantes
Para enanas marrones aisladas como W1935, la ausencia de viento estelar es «un misterio» para explicar la energía extra en la atmósfera superior necesaria para contribuir al proceso auroral y a la emisión de metano, dice la NASA.
Un equipo dirigido por Jackie Faherty, astrónomo del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, dispuso de tiempo con el Telescopio Webb para investigar 12 enanas marrones frías. Entre ellos se encuentra W1935, un objeto descubierto por el científico ciudadano Don Casselden.
Más noticias como esta: Astronauta de la NASA cautivó por una foto ‘absolutamente irreal’ de una aurora desde el espacio
El equipo plantea la hipótesis de que procesos internos no contabilizados, como fenómenos atmosféricos en Júpiter y Saturno, o interacciones externas con plasma interestelar o una luna activa cercana podrían ser responsables de la emisión.
«Con W1935, tenemos una extensión espectacular del fenómeno del Sistema Solar sin ninguna radiación estelar que ayude a la explicación». Faherty señaló. «Con la web, realmente podemos ‘abrir el capó’ de la química y descubrir cuán similar o diferente podría ser el proceso auroral más allá de nuestro sistema solar».
Comparte esta misión en el espacio en blanco con tus amigos…