La Sociedad Americana de Ictiólogos y Herpetólogos premió a cuatro investigadores de la Universidad de Arkansas y a sus colaboradores con el premio al mejor artículo de herpetología de 2014 por un trabajo del que son coautores sobre la categorización de la biodiversidad en la revista Copeia.
El profesor James M. Walker, el profesor Michael E. Douglas, la profesora asociada Marlis R. Douglas y el becario posdoctoral Whitney J.B. Anthonysamy, todos ellos del Departamento de Ciencias Biológicas, junto con Brian K. Sullivan y Keith O. Sullivan, de la Universidad Estatal de Arizona, James E. Cordes, de la Universidad Estatal de Luisiana, y Mark A. Davis, de la Universidad de Illinois, son coautores del artículo «Conservation and Management of Polytypic Species: The Little Striped Whiptail Complex (Aspidoscelis inornata) as a Case Study». La cita de la revista es: Copeia 2014:519-529.
La Sociedad Americana de Ictiólogos y Herpetólogos es la principal sociedad internacional dedicada al estudio científico y a la conservación de peces – ictiología – y reptiles y anfibios – herpetología. Contribuye a los esfuerzos globales de reconocimiento y restauración de la biodiversidad, y promueve activamente una nueva generación de científicos para avanzar en la administración y el uso sostenible de los recursos en un mundo que cambia rápidamente.
Steven J. Beaupré, presidente del Departamento de Ciencias Biológicas, y Michael E. Douglas han sido presidentes de la sociedad. Copeia, la revista de la sociedad, está reconocida internacionalmente como una de las revistas científicas más prestigiosas de su clase y se encuentra en más de 1.000 bibliotecas de todo el mundo.
Los galardonados recibirán una placa conmemorativa en la 95ª reunión anual de la sociedad, que se celebrará del 15 al 19 de julio en Reno (Nevada).
Su trabajo en colaboración se centra en la categorización de la biodiversidad dentro de lo que se reconoce como el complejo de la Cola de Látigo Rayada -nombre científico Aspidoscelis inornata-, un conjunto de pequeños lagartos que se encuentran en el suroeste de Norteamérica. El complejo se considera «politípico» porque muestra una confusa mezcla de color y patrón de rayas dentro de los hábitats desérticos. Esta variación puede representar una «verdadera» biodiversidad, como entidades o especies biológicamente distintas, o puede ser una variación dentro de una misma especie.
La distinción es importante. Identificar la «verdadera» biodiversidad ayuda a los biólogos a decidir dónde deben centrarse los esfuerzos de conservación y qué especies están realmente en peligro de extinción.
Los lagartos no se extienden por todo el suroeste, sino que se encuentran en pequeños grupos en hábitats específicos. Las actividades humanas alteran constantemente el entorno, haciéndolo potencialmente inadecuado para los lagartos. Si un grupo concreto de lagartos amenazados fuera de una especie distinta, la amenaza podría suponer la posibilidad de extinción. Sin embargo, si el grupo comparte una estrecha afiliación con individuos de otras zonas, la especie persistiría y se mantendría la biodiversidad. El hábitat degradado podría restaurarse y los lagartos de otras zonas podrían reubicarse para que este componente concreto del ecosistema del desierto persistiera.
Así, identificar la «verdadera» biodiversidad ayuda a los biólogos a decidir dónde deben centrarse los esfuerzos de conservación y qué especies están realmente en peligro de extinción.
Para resolver el rompecabezas de los lagartos «politípicos», los investigadores evaluaron las diferencias morfológicas y genéticas entre individuos y grupos y luego aplicaron rigurosos métodos estadísticos para recategorizarlos. En conjunto, estos datos permitieron a los investigadores identificar la «verdadera» biodiversidad en diferentes categorías de variables. ¿El resultado? Todos los lagartos eran miembros de la misma especie, aunque variable. Este enfoque, a su vez, tiene importantes consecuencias porque se desarrollaron activamente propuestas de conservación para incluir a los lagartos de una zona como «amenazados» según la Ley de Especies Amenazadas.
El estudio es un modelo para la categorización de la biodiversidad mundial, actualmente dispuesta como una serie jerárquica de categorías como poblaciones, subespecies, especies o géneros. La manera en que una generación científica anterior repartió la variación entre estas categorías se considera ahora a menudo ambigua y necesita ser revisada. La llegada de técnicas modernas, como la capacidad de evaluar la variación del ADN, permite aplicar mucho más rigor a la hora de analizar la biodiversidad en un continuo geográfico más amplio.
La ambigua categorización de la variación biológica no es sólo un problema entre los lagartos, como se trata en el presente estudio, sino también con muchos otros organismos. Por desgracia, dificulta la planificación de la conservación contemporánea y frena la gestión eficaz de la biodiversidad mundial.
Los investigadores también descubrieron que algunas especies de lagarto de cola batida sólo existen como hembras, y como tales se reproducen clónicamente. Este fenómeno, llamado «partenogénesis», es bastante raro en los vertebrados, y es claramente fascinante desde una perspectiva evolutiva. Los investigadores de la Universidad de Arizona publicarán próximamente otros artículos sobre este tema.